4/21/2008

***Epistemologìa de la Complejidad***



LA EPISTEMOLOGÍA DE LA COMPLEJIDAD COMO RECURSO PARA LA EDUCACION
Miguel Gallegos: Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario.
Dirección postal: 3 de Febrero 103, Piso 2 “A” , C. P: 2000 Rosario.
Correo electrónico: maypsi@yahoo.com.ar
Resumen
Si bien es verdad que “ideas de la complejidad” han existido durante todo el
desarrollo histórico del pensamiento, es verdad también, que su forma más acabada
y sintetizada en forma de paradigma aparece en los últimos tiempos. Edgar Morin,
fue el propulsor del “nuevo paradigma de la complejidad”. La epistemología de la
complejidad propone una reforma del pensamiento y la educación. La misma tendrá
como misión integrar contextos diversos que posibiliten la integración de los saberes
dispersos. El presente trabajo esta orientado en búsqueda de nuevos horizontes
para la educación. Tomando los recursos de “la epistemología de la complejidad”, se
propone una reflexión acerca de la misma, en particular, la educación superior.
Desde la perspectiva de Morin, la finalidad de la enseñanza es “crear cabezas bien
puestas más que bien llenas”. Esforzarse por pensar bien es practicar un
pensamiento que se devele sin cesar por contextualizar y totalizar la informaciones y
los conocimientos, que se aplique sin cesar a la luchar contra el error y la mentira,
esto es lo que nos lleva –en el decir de Morin- al problema de “la cabeza bien
puesta”.
Palabras claves: epistemología de la complejidad, conocimiento, educación, cultura,
sociedad, pensamiento.
Introducción a las ideas de la complejidad
Si bien es verdad que “ideas de la complejidad” han existido durante todo el
desarrollo histórico del pensamiento, es verdad también, que su forma mas acabada
y sintetizada en forma de paradigma aparece en los últimos tiempos.
Abordar la epistemología de la complejidad como “nuevo paradigma” nos lleva de
inmediato a presentar a Edgar Morin, él nace en París en 1921, y se formo en
historia y derecho.
Morin (1996) reconoce como punto de ruptura paradigmática el “giro copernicano”
que tiene lugar poco antes de 1950 con la aparición en 1949 de la teoría de la
información de Shannon y la cibernética de Wiener y Ashby en 1948, ellos inauguran
una perspectiva teórica aplicable tanto a las máquinas artificiales como a los
organismos biológicos, a los fenómenos psicológicos como a los sociológicos. El
autor reconoce, que a nivel filosófico Hegel, Marx, Bachelard y Lukacs están en la
base epistemológica del paradigma de la complejidad. El arte y la literatura aportan
su grano de arena en la construcción del pensamiento complejo: Balzac, Dickens,
Faulkner, Proust, Rousseau, Dostoievski emergen del siglo XIX y principios del siglo
XX para recrear conceptos y aproximaciones a la comprensión de una realidad
compleja que tiene la cualidad de mutar ante el contacto con la mirada de los
observadores. Otro afluente que contribuye al desarrollo del pensamiento complejo
proviene de lo que Morin denomina la "revelación ecológica" que ya desde 1873 con
Haeckel, se propone el estudio de las relaciones entre los seres vivos y la
naturaleza. Más adelante, bajo la “ecosistemología” de Wilden, la naturaleza deja de
ser algo desordenado, amorfo, pasivo para transformarse en totalidad compleja.
El conocimiento y la complejidad
El paradigma de la complejidad, tal como se desprende de lo postulado por Morin,
sugiere varias consideración acerca del conocimiento y su devenir en la historia del
pensamiento.
La concepción clásica del conocimiento establecía, que dicho conocimiento para se
valido debía poner en orden los fenómenos, rechazar el desorden, lo incierto, lograr
la certidumbre, quitar las imprecisiones, distinguir y jerarquizar. Ello implica, por lo
tanto, que la complejidad que se presentaba bajo los signos de lo enredado, lo
inextricable, el desorden, la ambigüedad, debía ser rechazado como
desconocimiento. Su formulación clásica la encontramos en Descartes, quien
postulo como principio de verdad las “ideas claras y distintas”. Todo conocimiento
opera mediante la selección de datos significativos y rechazando lo no significativo,
es decir, opera separando, distinguiendo, uniendo, centralizando, jerarquizando, etc.
Estas operaciones son comandadas por principios de organización llamados
paradigmas, principios ocultos que gobiernan nuestra visión de las cosas y del
mundo sin que tengamos conciencia de ello. Vivimos bajo el imperio del paradigma
de la simplificación, de la disyunción, reducción y abstracción. Para evitar esta visión
unilateral y limitada, Morin (1994) propone tomar conciencia de los paradigmas que
mutilan el conocimiento y desfiguran lo real. Para ello formula la idea de un
pensamiento complejo,que evite lareducción/disyunción/separación
del conocimiento. La idea de un pensamiento complejo pone de relieve una
organización para el pensamiento, donde orden y desorden se mezclan íntimamente
y cuyo dinamismo genera nuevas formas organizadas/desorganizadas a modo de
bucle recursivo.
Cuando Morin (1998) habla de la complejidad se refiere a lo enredado, al desorden,
a la ambigüedad, a la incertidumbre, lo que implica la necesidad de un pensamiento
múltiple y diverso que permita su abordaje. El no reconocimiento de esta dialógica
orden/desorden nos sumerge en lo que él llama una “inteligencia ciega”, que no ve
más allá de sus propios limites y ni siquiera reconoce esos limites. Morin (1999)
entiende por“paradigma de la complejidad”,un principio de distinciones/relaciones/oposiciones
fundamentales entre algunas“nociones matrices” que generan y controlan el pensamiento, es decir la constitución de teoría y la producción de los discursos de los miembros de una comunidad científicadeterminada. De ello resulta una evidente ruptura epistémica, una transformación
fundamental de nuestro modo de pensar, percibir y valorar la realidad signada por un
mundo global que interconecta pensamientos y fenómenos, sucesos y procesos,
donde los contextos físicos, biológicos, psicológicos, lingüísticos, antropológicos,
sociales, económicos, ambientales son recíprocamente interdependientes.
Educación y complejidad
Con “La cabeza bien puesta”, Morin (1999) se convence cada vez más, de la
necesidad de una reforma del pensamiento, y por lo tanto, de una reforma de la
enseñanza. El autor encara su obra deslizándose entre dos términos: educación y
enseñanza. Por un lado, la palabra “enseñanza” no basta, y por el otro, la palabra
“educación” implica algo de más y una carencia. Por esta razón, piensa en una
enseñanza educativa. La misión de esta enseñanza es trasmitir, no saber puro, sino
una cultura que permita comprender nuestra condición y ayudarnos a vivir. Al mismo
tiempo, debe favorecer una manera de pensar abierta y libre. Con sus ideas, Morin
busca favorecer la autonomía del pensamiento. Por esta razón, un pensamiento
capaz de no estar encerrado en lo local y lo particular, que pueda concebir los
conjuntos seria capaz de favorecer el sentido de la responsabilidad y de la
ciudadanía. La reforma del pensamiento tendrá consecuencias existenciales, éticas
y cívicas. La epistemología de la complejidad como reforma para el pensamiento,
implica sostener una visión integradora que evite la reducción, disyunción y
separación del conocimiento.
En coordenada con su “epistemología de la complejidad”, Morin (2002) propone “los
siete saberes necesarios para la educación del futuro”. En su contribución a la
reflexión –elaborado para la UNESCO- sobre como educar para un futuro sostenible,
introduce siete puntos de vista a considerar en la educación.
1) Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión. En este punto -señala Morin-,
la educación debe mostrar que no hay conocimiento que no se encuentre
amenazado por el “error” y la “ilusión”. Ninguna teoría científica esta inmunizada
para siempre contra el error. De este modo, la educación tiene que dedicarse a la
identificación de los orígenes de error, de ilusiones y de cegueras.
2) Los principios de un conocimiento pertinente: Existe una inadecuación cada vez
más amplia, profunda y grave, entre, por un lado, nuestros saberes desunidos,
compartimentados, divididos, y por el otro, realidades o problemas cada vez más
polidisciplinarios, transversales, multidisciplinarios, globales, planetarios, etc. En este
sentido, -Morin en tiende- un conocimiento pertinente que la educación debe
considerar, es aquel que contemple “el contexto”, “lo global”, “lo multidimensional” y
“lo complejo”. Es decir, ubicar las informaciones y los elementos en su contexto para
que adquieran sentido, por su parte, lo global es más que el contexto, es el conjunto
que contiene partes diversas ligadas de manera Inter.-retroactiva u organizacional.
Estas unidades complejas son multidimensionales, por ende el conocimiento
pertinente debe reconocer esta multidimensionalidad e insertar allí sus
informaciones, tambien debe enfrentar la complejidad. Hay complejidad cuando son
inseparables los elementos que constituyen un todo, cuando existe un tejido
interdependiente, interactivo e inter-retroactivo entre el objeto de conocimiento y su
contexto. En consecuencia, la educación tiene que promover una inteligencia
general, apta para referirse de manera multidimensional a lo complejo, al contexto
en una concepción global.
3) Enseñar la condición humana: Por su naturaleza, el ser humano es a la vez físico,
biológico, psíquico, cultural, social e histórico. Morin remarca, que esta unidad
compleja que es la naturaleza humana, está completamente desintegrada en la
educación. Por esta razón, hay que restaurarla de tal manera que cada uno, -desde
donde esté- tome conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su
identidad común a todos los demás humanos. Así, la condición humana tendría que
ser objeto esencial de cualquier educación.
4) Enseñar la identidad terrenal: El destino planetario del genero humano es una
realidad fundamental ignorada por la educación. Por este motivo, Morin sostiene,
que el conocimiento de los desarrollos de la era planetaria, que van a incrementarse
en el siglo XXI, y el reconocimiento de la identidad terrenal, que será cada vez más
indispensable para cada uno y para todos, deben convertirse en un de los mayores
objetos de la educación.
5) Enfrentar la incertidumbre: Las ciencias nos han hecho adquirir mucha certezas,
pero de la misma manera nos han revelado innumerables campos de incertidumbre.
En este sentido, Morin entiende, que la educación debería comprender la enseñanza
de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias física (microfísica,
termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las
ciencias históricas. Se tendrá que enseñar principios de estrategia que permitan
afrontar los riesgos, lo inesperado, lo incierto y modificar su desarrollo en virtud de
las informaciones adquiridas en el camino. Más aún, es imperativo que todos
aquellos que tiene la carga de la educación estén a la vanguardia con la
incertidumbre de nuestros tiempos.
6) Enseñar la comprensión: La comprensión es al mismo tiempo, medio y fin de la
comunicación humana. Teniendo en cuanta la importancia de la educación para la
comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, –Morin sustenta
que- el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades. Tal
debe ser la tarea de la educación del futuro. La comprensión mutua entre humanos,
tanto próximos como extraños, es en adelante vital para que las relaciones humanas
salgan de su estado bárbaro de incomprensión. De allí la necesidad de estudiar la
incomprensión desde sus raíces, sus modalidades y sus efectos. Este estudio -
agrega Morin- seria importante en cuanto que se centraría no sólo en los síntoma,
sino en las causas de los racismos, las xenofobia y los desprecios. Constituiría, al
mismo tiempo, una de las bases más seguras para la educación por la paz, a la cual
estamos ligados por esencia y vocación.
7) La ética del ser humano: La educación en la mirada de Morin, tiene un carácter
ternario, es decir, que la condición humana es a la vez individuo, sociedad y especie.
En este sentido, la ética individuo-especie necesita de un control mutuo de la
sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir, la democracia; le
ética individuo-especie convoca a la ciudadanía terrestre. El ser humano lleva esa
triple realidad. De allí se esbozan para Morin, las dos grandes finalidades
eticopolíticas del nuevo milenio, es decir, establecer una relación de control mutuo
entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la
Humanidad como comunidad planetaria. En este sentido, la educación no sólo debe
contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino tambien permitir
que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.
Cultura, sociedad y educación
Desde su emergencia el sujeto convive con el sinsentido, es de allí que se ve
obligado a significar la vida, instaurando códigos para poder vivir: creencias, mitos,
fantasías, instituciones, normas, ritos, ciencia, técnicas y herramientas.
En todo proceso de conocimiento tropezamos a cada instante con el error y el
equivoco, con la desmesura que desorienta y la constante falla de referencia
estable. La complejidad de los problemas nos desarticula y por esta razón,
precisamente, se vuelve necesario un reordenamiento intelectual que nos habilite
para pensar lo que se presenta como complejo y caótico.
El conocimiento es una orientación del hombre en el mundo, es una forma de dar
coherencia y sentido a su posición interna con respecto a su realidad y a la de los
otros. Pero esta orientación se ve constantemente perturbada por la participación de
esos otros. En el desenvolvimiento e intercambio con los otros, el sujeto sufre una
constante interferencia de su posición interna como de su proceder en el mundo. De
este feed back entre individuos se constituye lo socio-cultural, el medio en donde se
organiza y reorganiza la vida tanto singular de los sujetos como toda la posibilidad
de construcción común de los conocimientos. La ciencia, la educación, la política, los
procesos sociales y económicos no puede escapar al condicionamiento cultural. Las
manifestaciones científicas y culturales ligadas a los conceptos emergentes están
involucradas en circuitos recursivos, en interacciones no lineales dentro de la ciencia
y la cultura misma. La subjetividad y la relaciones socio-culturales se organizan en el
trazado de ciertas metáforas, de ciertos horizontes que generan presuposiciones y
expectativas, configurando creencias y visiones a futuro.
Como sostiene Schnitman (1998) la ciencia, los procesos culturales y la subjetividad
humana están socialmente construidos, recursivamente interconectados, constituyen
un sistema abierto. Precisamente, de estas interfases, de sus descentramientos y
conflictos surgen aquellas configuraciones científico-culturales complejas que
conforman y caracterizan el espíritu que atraviesa una época. Sin embargo, estas
configuraciones transversales son multidimensionales, no son ni homogéneas ni
estáticas, sino que presentan polarizaciones antinómicas y densidades diversas.
Cualquier problemática que se aborde, sea de la índole que sea –educativa, social,
política, económica, etc.-, requiere el concierto de todos los conocimientos
disponibles. Esta convergencia de saberes representa antes que un problema de
erudición una articulación compleja. Abordar la educación desde el punto de vista de
la complejidad implica sumergirse en los intersticios de los saberes y aceptar el
desafió de la incertidumbre de su conclusión.
El aporte de la epistemología de la complejidad
En el marco de este Congreso sobre Educación Superior, la pregunta seria: ¿Qué
recursos nos aporta la “epistemología de la complejidad” para pensar la educación,
en particular -y no solamente-, la educación superior?
Unas de las primeras cosas que habría que decir, seria, tanto la educación superior,
media o inicial hay que pensarlas en conjunto. Desde la “epistemología de la
complejidad” se aboga por un pensamiento que integre distintos contextos al
unísono. La educación superior no debe dejar de sumarse a un proyecto común,
compartido, solidario y social. Si las políticas de educación no tienen esta
perspectiva, cada sector de la educación debe integrarla y dar su respuesta en
conjunto.
En épocas de globalización, se nota una perdida de la capacidad para globalizar, es
decir, para introducir los conocimientos en un conjunto más o menos organizado.
Las condiciones de todo “conocimiento pertinente”, es precisamente la capacidad de
contextualización y globalización. Una reforma del pensamiento no implica anular
nuestras capacidades analíticas o discriminatorias, sino por el contrario, significa
integrarlas en un pensamiento que las relaciones.
Apostar a una visión más integradora sobre educación implica una reforma del
pensamiento. Esta reforma a su vez, necesita de una reforma de la educación. En
este sentido, la reforma debe habilitarnos a afrontar la complejidad, con ayuda de los
instrumentos conceptuales tendrá como misión coexistir con la incertidumbre, la
aleatoriedad y la complejidad. Modificar el pensamiento y la educación no es tarea
sencilla, ya que desde antaño ha dominado un pensamiento simplificador, reductor y
disyuntor. Por esta razón, señala Morin (1999), se trata de una reforma que encierre
nuestra aptitud para organizar el conocimiento, es decir, para pensar. La reforma del
pensamiento es la que permitirá integrar estos modo de relación. Se llama
pensamiento complejo a aquello que intenta superar el obstáculo y la dificultad de
pensar.
Desde la perspectiva de Morin, la finalidad de la enseñanza es “crear cabezas bien
puestas más que bien llenas”. Esforzarse por pensar bien es practicar un
pensamiento que se devele sin cesar por contextualizar y totalizar la informaciones y
los conocimientos, que se aplique sin cesar a la luchar contra el error y la mentira,
esto es lo que nos lleva –en el decir de Morin- al problema de “la cabeza bien
puesta”.
Bibliografía
Morin, E. (1994). El método. Vol. I: el conocimiento del conocimiento. Madrid:
Cátedra.
Morin, E. (1996). El paradigma perdido. Barcelona: Kaidos.
Morin, E. (1998). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona: Gedisa.
Morin, E. (1999). La cabeza bien puesta.Buenos Aires: Nueva Visión.
Morin, E. (2000). Reforma del pensamiento, transdiciplinariedad, reforma de la
universidad. En E. Morin, C. L’ Heureux, A. Paloma & V. Gorr, (Eds.), “Complexus”.
Escritos, ensayos: el pensamiento ecologizado (pp. 51-69). Rosario: Laborde.
Morin, E. (2002). Los siete saberes necesarios para la educación del futuro. Buenos
Aires: Nueva Visión.
Schnitman, D. F. (1998). Ciencia, cultura y subjetividad. En D. F. Schnitman (Ed.)
Nuevos Paradigmas, Cultura y Subjetividad(pp. 15-34

*****VIDEO 2*****

***VIDEO 1***

4/14/2008

*^+Magia, Mito y Religiòn*^+

Para llegar al documento, entra en la siguiente liga por favor:



Descarga el documento, imprìmelo y llèvalo a clase

4/06/2008

**LOS PARADIGMAS DE KUHN**

Alumnas y alumnos: Favor de imprimir este documento para trabajar con èl el pròximo sàbado. No hagan resumen de este documento, tienen mucho que estudiar. repito: NO hagan resumen de este documento, sòlo imprìmanlo y llèvenlo a la pròxima clase y pònganse a estudiar para su examen. Atte: Silvia

Thomas Samuel Kuhn


(1922-1996)
Por José Sánchez-Cerezo de la Fuente
Biografía
Thomas Samuel Kuhn nació en Cincinnati, Ohio, el 18 de julio de 1922. Estudió Físicas en la Universidad de Harvard, por la que se doctoró en dicha especialidad en 1949. A partir de entonces su interés se orientó hacia el estudio de la Historia de la Ciencia, al que se dedicó por completo. Permaneció en Harvard como profesor ayudante de Historia de la Ciencia hasta 1956, en que aceptó una oferta de la Universidad de Berkeley, donde ocupará la Cátedra de Historia de la Ciencia a partir de 1961. En 1964 pasará a desempeñar ese mismo puesto en la Universidad de Princenton hasta 1979, año en que se instalará en Boston, ocupando la Cátedra de Filosofía e Historia de la Ciencia del Massachusetts Institute of Technology. Falleció el 17 de junio de 1996 en su casa de Cambridge, Massachusetts.
El pensamiento de Kuhn
1.
El filósofo Thomas Kuhn se ocupó principalmente de cuestiones acerca de filosofía de la ciencia: ¿cómo se lleva a cabo la actividad científica? ¿Existe un mismo patrón en dicha actividad que se pueda aplicar a lo largo de las distintas épocas históricas? ¿A qué se debe el aparente éxito en la obtención de conocimientos de la ciencia? Dicho conocimiento, por otra parte, ¿es acumulativo a lo largo de la historia?
2.
Este tipo de cuestiones, así como las respuestas que Kuhn ofrecerá, nos muestran el enfoque histórico con el que se analiza la ciencia. Efectivamente, Kuhn se dedicó en un primer momento al estudio de la historia de la ciencia y fue a partir de ella de donde surgieron diversas cuestiones que muestran un contraste entre dos concepciones de la ciencia. Por un lado, la ciencia entendida como una actividad completamente racional y controlada (como nos la presenta el Círculo de Viena, por ejemplo), y por otro lado, la ciencia entendida como una actividad concreta que se ha venido dando a lo largo de los siglos y que en cada época histórica presenta peculiaridades y características propias. Estos dos planteamientos pueden ser denominados "formalista" e "historicista", respectivamente.
3.
Las respuestas que Kuhn da a las cuestiones iniciales, que se plasman en la obra "La estructura de las revoluciones científicas", de 1962, supusieron un gran cambio en el debate filosófico del momento, pues el modelo formalista que imperaba fue desafiado por el enfoque historicista de Kuhn, según el cual, la ciencia se desarrolla siguiendo determinadas fases:
1. Establecimiento de un paradigma
2. Ciencia normal
3. Crisis
4. Revolución científica
5. Establecimiento de un nuevo paradigma
4.
En esta concepción la noción de "paradigma" resulta fundamental. Kuhn define paradigma de la siguiente manera:
"Considero a los paradigmas como realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica"
5.
Los paradigmas son, por tanto, un marco o perspectiva bajo la cual se analizan los problemas y se trata de resolverlos. Por ejemplo, el movimiento aparentemente irregular de los planetas en el cielo es un problema concreto. Podemos verlo a la luz del paradigma que ofrece la teoría geocéntrica de Aristóteles, según el cual el movimiento de los planetas es absolutamente circular. En éste caso, por lo tanto, la labor del científico será mostrar que la irregularidad de los planetas no es tal y aclarar a qué se debe dicha apariencia. Pero podríamos verlo también partiendo del paradigma de la teoría heliocéntrica. En este último caso podríamos llegar a aceptar la no-circularidad del movimiento real de los planetas, pero sea cual sea la explicación ofrecida, debe aplicarse por igual al resto de los cuerpos celestes. Los paradigmas son, por lo tanto, macroteorías que se aceptan de forma general por toda la comunidad científica y a partir de las cuales se realiza la investigación. El objetivo de la misma es aclarar los posibles fallos del paradigma (como por ejemplo datos empíricos que no coincidan exactamente con la teoría) o extraer todas sus consecuencias. A este proceso de investigación basado en un paradigma se le denomina "ciencia normal". En palabras de Kuhn:
"ciencia normal" significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior"
6.
Esta fase del desarrollo de la ciencia ocupa la mayor parte del tiempo de los científicos, porque aunque los nombres que nos han llegado hasta nosotros han sido los de científicos revolucionarios que han roto con las concepciones de su tiempo (como Galileo o Einstein), la mayor parte de científicos realizan trabajos rutinarios de comprobación para mostrar o poner a prueba la solidez del paradigma en el que se basan.
7.
En ocasiones, no obstante, un paradigma no es capaz de resolver todos los problemas, y estos persisten a lo largo de los años o de los siglos, tal vez acumulándose junto con otros. En ese caso el paradigma en conjunto comienza a ponerse en cuestión y los científicos comienzan a considerar si supone el marco más adecuado o la forma más correcta de abordar los problemas o si debe ser abandonado. La crisis supone la proliferación de nuevos paradigmas, en un principio tentativos y provisionales, con vistas a resolver la o las cuestiones más problemáticas. Estos nuevos paradigmas compiten entre sí y cada uno trata de imponerse como el enfoque más adecuado.
8.
Finalmente se produce una revolución científica cuando uno de los nuevos paradigmas sustituye al paradigma tradicional (como sucedió con la visión del mundo copernicana, que derrocó a la concepción aristotélica o con la teoría de la relatividad de Albert Einstein, que sustituyó a la visión newtoniana de la realidad como la forma más apropiada forma aproximarse al mundo):
"Las revoluciones científicas se consideran aquí como aquellos episodios de desarrollo no acumulativo en que un antiguo paradigma es reemplazado, completamente o en parte, por otro nuevo e incompatible."
Tras la revolución el ciclo comienza de nuevo y el paradigma que ha sido instaurado da pie a un nuevo proceso de ciencia formal.
9.
Como se puede ver, el enfoque historicista da más importancia a factores subjetivos en el proceso de investigación científica que anteriormente habían sido pasados por alto. Kuhn muestra que la ciencia no es solamente un contraste y neutral entre las teorías y la realidad, sino que hay diálogo, debate, y también tensiones y luchas entre los defensores de los distintos paradigmas. Los científicos no son seres absolutamente racionales. Cuando los experimentos parecen mostrar que una teoría determinada es falsa, algunos científicos continúan usándola. Si hay una posible aplicación práctica de la teoría o existen intereses de algún tipo, esto influye en la actividad científica, así como la existencia de colectividades o grupos sociales a favor o en contra de una teoría concreta, o la existencia de problemas éticos. Todos ellos son casos en los que la actividad científica se ve influenciada por el "mundo exterior". En definitiva, allí donde los formalistas afirmaban que lo importante de la ciencia son las teorías y la comparación objetiva entre las teorías existentes, los historicistas conceden más importancia al sujeto que lleva a cabo la investigación así como a la sociedad en la que está inmerso. Otro argumento adicional en contra de la concepción de la ciencia como un proceso perfectamente racional en el que sólo tienen importancia la fuerza de los argumentos es el hecho de que desde un paradigma resulta difícil (algunos afirman que imposible) entender el punto de vista alternativo, ya que siempre se parte de un paradigma determinado. No existe forma de alejarse de todos los paradigmas y compararlos de forma objetiva, sino que siempre estamos inmersos en uno de ellos y conforme al mismo interpretamos el mundo que nos rodea. El debate que se establece, por lo tanto, entre defensores de distintos paradigmas puede resultar a menudo estéril, hasta el punto, llega a decir Kuhn, de que un paradigma triunfa no porque consiga convencer a sus oponentes, sino porque los representantes del paradigma más antiguo van falleciendo.
10.
Considerados estos factores, ¿cómo hemos de entender el progreso en la ciencia? La respuesta de Kuh es que el progreso, estrictamente hablando, sólo se produce en las fases de ciencia normal, pero no se puede hablar de un progreso continuado desde la época de los griegos hasta la actualidad, porque las revoluciones científicas no son sino rupturas de esa continuidad. Cada revolución marca, en cierto sentido, un nuevo comienzo.
Esta perspectiva dará pie posteriormente a un relativismo radical según el cual no habría forma de saber cuál, entre dos teorías, es verdadera puesto que la verdad depende del paradigma desde el que se analizan los problemas (Feyerabend es un filósofo relativista que ejemplifica esta postura). El propio Kuhn, sin embargo, se desmarcará de una interpretación de su propia teoría en ese sentido.
Textos pertenecientes a "La estructura de las revoluciones científicas":

1.
"La observación y la experiencia pueden y deben limitar drásticamente la gama de las creencias científicas admisibles o, de lo contrario, no habría ciencia. Pero, por sí solas, no pueden determinar un cuerpo particular de tales creencias. Un elemento aparentemente arbitrario, compuesto de incidentes personales e históricos, es siempre uno de los ingredientes de formación de las creencias sostenidas por una comunidad científica dada en un momento determinado."
2.
"El estudio de los paradigmas es lo que prepara principalmente al estudiante para entrar a formar parte como miembro de la comunidad científica particular con la que trabajará más tarde."
3.
"A falta de un paradigma o de algún candidato a paradigma, todos los hechos que pudieran ser pertinentes para el desarrollo de una ciencia dada tienen probabilidades de parecer igualmente importantes. Como resultado de ello, la primera reunión de hechos es una actividad mucho más fortuita que la que resulta familiar, después del desarrollo científico subsiguiente."
4.
"No puede interpretarse ninguna historia natural sin, al menos, cierto caudal implícito de creencias metológicas y teóricas entrelazadas, que permite la selección, la evaluación y la crítica. Si este caudal de creencias no se encuentra ya implícito en la colección de hechos -en cuyo caso tendremos a mano algo más que hechos simples- deberá ser proporcionado del exterior, quizá por una metafísica corriente, por otra ciencia o por incidentes personales o históricos. Por consiguiente, no es extraño que, en las primeras etapas del desarrollo de cualquier ciencia, diferentes hombres, ante la misma gama de fenómenos -pero, habitualmente, no los mismos fenómenos particulares- los describan y los interpreten de modos diferentes. Lo que es sorprendente, y quizá también único en este grado en los campos que llamamos ciencia, es que esas divergencias iniciales puedan llegar a desaparecer en gran parte alguna vez."
5.
"Para ser aceptada como paradigma, una teoría debe parecer mejor que sus competidoras; pero no necesita explicar y, en efecto, nunca lo hace, todos los hechos que se puedan confrontar con ella."
6.
"El surgimiento de un paradigma afecta a la estructura del grupo que practica en ese campo. En el desarrollo de una ciencia natural, cuando un individuo o un grupo produce, por primera vez, una síntesis capaz de atraer a la mayoría de los profesionales de la generación siguiente, las escuelas más antiguas desaparecen gradualmente. Su desaparición se debe, en parte, a la conversión de sus miembros al nuevo paradigma. Pero hay siempre hombres que se aferran a alguna de las viejas opiniones y, simplemente, se les excluye de la profesión que, a partir de entonces, pasa por alto sus trabajos. El nuevo paradigma implica una definición nueva y más rígida del campo."
7.
"Cuando un científico individual puede dar por sentado un paradigma, no necesita ya, en sus trabajos principales, tratar de reconstruir completamente su campo, desde sus principios, y justificar el uso de cada concepto presentado."
8.
"El éxito de un paradigma es al principio, en gran parte, una promesa de éxito discernible en ejemplos seleccionados y todavía incompletos. La ciencia normal consiste en la realización de esa promesa, una realización lograda mediante la ampliación del conocimiento de aquellos hechos que el paradigma muestra como particularmente reveladores, aumentando la extensión del aclopamiento entre esos hechos y las predicciones del paradigma y por medio de la articulación ulterior del paradigma mismo."
9.
"Ninguna parte del objetivo de la ciencia normal está encaminada a provocar nuevos tipos de fenómenos; en realidad, a los fenómenos que no encajarían dentro de los límites mencionados frecuentemente ni siquiera se los ve. Tampoco tienden normalmente los científicos a descubrir nuevas teorías y a menudo se muestran intolerantes con las formuladas por otros.
Es posible que sean defectos. Por supuesto, las zonas investigadas por la ciencia normal son minúsculas; la empresa que está siendo discutida ha restringido drásticamente la visión. Pero esas restricciones, nacidas de la confianza en un paradigma, resultan esenciales para el desarrollo de una ciencia. Al enfocar la atención sobre un cuadro pequeño de problemas relativamente esotéricos, el paradigma obliga a los científicos a investigar alguna parte de la naturaleza de una manera tan detallada y profunda que sería inimaginable en otras condiciones."
10.
"Creo que hay sólo tres focos normales para la investigación científica fáctica y no son siempre ni permanentemente, distintos. Primeramente encontramos la clase de hechos que el paradigma ha mostrado que son particularmente reveladores de la naturaleza de las cosas. (...)Los esfuerzos por aumentar la exactitud y el alcance con que se conocen hechos como ésos, ocupan una fracción importante de la literatura de la ciencia de observación y experimentación.
10.1
Desde Tycho Brahe hasta E. O. Lawrence, algunos científicos han adquirido grandes reputaciones, no por la novedad de sus descubrimientos, sino por la precisión, la seguridad y el alcance de los métodos que desarrollaron para la redeterminación de algún tipo de hecho previamente conocido.Una segunda clase habitual, aunque menor, de determinaciones fácticas se dirige hacia los hechos que pueden compararse directamente con predicciones de la teoría del paradigma. (...).
10.2
Una tercera clase de experimentos y observaciones agota la terea de reunión de hechos de la ciencia normal. Consiste en el trabajo empírico emprendido para articular la teoría del paradigma, resolviendo algunas de sus ambigüedades y premitiendo resolver problemas hacia los que anteriormente sólo se había llamado la atención. (...)Estas tres clases de problemas: la determinación del hecho significativo, el acoplamiento de los hechos con la teoría y la articulación de la teoría, agotan, creo yo, la literatura de la ciencia normal, tanto empírica como teórica."
11.
"El surgimiento de nuevas teorías es precedido generalmente por un periodo de inseguridad profesional profunda. Como podría esperarse, esta inseguridad e generada por el fracaso persistente de los enigmas de la ciencia normal para dar los resultados apetecidos. El fracaso de las reglas existentes es el que sirve de preludio a la búsqueda de otras nuevas."
12.
"Supongamos entonces que las crisis son una condición previa y necesaria para el nacimiento de nuevas teorías y preguntemonos después cómo responden los científicos a su existecia.Aun cuando pueden comenzar a perder su fe y, a continuación a tomar en consideración otras alternativas, no renuncian al paradigma que los ha conducido a la crisis."
13.
"La transición de un paradigma en crisis a otro nuevo del que pueda surgir una nueva tradición de ciencia normal, está lejos de ser un proceso de acumulación, al que se llegue por medio de una articulación o una ampliación del antiguo paradigma. Es más bien una reconstrucción del campo, a partir de nuevos fuendamentos, reconstrucción que cambia alguna de las generalizaciones teóricas más elementales del campo, así como también muchos de los métodos y aplicaciones del paradigma.Cuando la transición es completa, la profesión habrá modificado su visión del campo, sus métodos y sus metas."
14.
"Casi siempre, los hombres que realizan esos inventos fundamentales de un nuevo paradigma han sido muy jóvenes o muy noveles en el campo cuyo paradigma cambian.Se trata de hombres que, al no estar comprometidos con las reglas tradicionales de la ciencia normal debido a que tienen poca práctica anterior, tienen muchas probabilidades de ver que esas reglas no definen ya un juego que pueda continuar adelante y de concebir otro conjunto que pueda reemplazarlas.La transición consiguiente a un nuevo paradigma es la revolución científica."
15.
"No hay ninguna norma más elevada que la aceptación de la comunidad pertinente. Para descubrir cómo se llevan a cabo las revoluciones científicas, tendremos, por consiguiente, que examinar no sólo el efecto de la naturaleza y la lógica, sino también las técnicas de argumentación persuasiva, efectivas dentro de los grupos muy especiales que constituyen la comunidad de científicos.Para descubrir por qué la cuestión de la elección de paradigma no puede resolverse nunca de manera inequívoca sólo mediante la lógica y la experimentación, debemos examinar brevemente la naturaleza de las diferencias que separan a los partidarios de un paradigma tradicional de sus sucesores revolucionarios."
16.
"La tradición científica normal que surge de una revolución científica es no sólo incompatible sino también a menudo incomparable con la que existía con anterioridad."
www.webdianoia.com/contemporanea/kuhn.htm

3/13/2008

ººRACIONALISMOºº

Renè Descartes

Racionalismo
Movimiento filosófico desarrollado particularmente en la Europa continental durante los siglos XVII y XVIII y caracterizado por la primacía que dieron a la razón en la fundamentación del conocimiento, la fascinación por la matemática y la defensa de la existencia de ideas innatas y de la intuición intelectual.
El término “racionalismo” tiene un significado muy amplio: en general, llamamos racionalista a toda posición filosófica que prima el uso de la razón frente a otras instancias como la fe, la autoridad, la vida, lo irracional, la experiencia empírica, ... Es racionalista todo aquél que cree que el fundamento, el principio supremo, es la razón. Junto con ello, cabe ser racionalista en relación con un género de cuestiones y no serlo en relación con otro: por ejemplo se puede reivindicar la necesidad del ejercicio de la razón en política y rechazarlo en religión. Pero el término “racionalismo” se usa comúnmente en la historia de la filosofía para designar una cierta forma de fundamentar el conocimiento: cabe pensar que el conocimiento descansa en la razón, o que descansa en la experiencia sensible; así, puesto que valoraron más la razón que los sentidos, podemos llamar a Parménides, Platón y Descartes racionalistas; y podemos decir que Aristóteles, Santo Tomás y, por supuesto, Hume, tienden al empirismo, dado el valor que dieron a la experiencia sensible o percepción. Sin embargo, a pesar de que pueda recibir distintas acepciones y aplicarse en esferas distintas, el término “Racionalismo” se utiliza primordialmente para referirse a la corriente filosófica de la Edad Moderna que se inicia con Descartes, desarrolla en la Europa continental con Spinoza, Malebranche y Leibniz, y se opone al empirismo que en esta misma época tiene éxito en las Islas Británicas.
Los rasgos que mejor caracterizan al racionalismo moderno son los siguientes:
1. La tesis de que todos nuestros conocimientos acerca de la realidad proceden no de los sentidos, sino de la razón, del entendimiento mismo.
2. El conocimiento puede ser construido deductivamente a partir de unos primeros principios.
3. Los primeros principios del conocimiento no se pueden extraer de la experiencia empírica sino que se encuentran ya en el entendimiento: el innatismo de las ideas.
4. Consideración de la deducción y más aún de la intuición intelectual como los métodos más adecuados para el ejercicio del pensamiento.
5. La consideración de la matemática como ciencia ideal.
6. Reivindicación del argumento ontológico para la demostración de la existencia de Dios.
7. La apreciación optimista del poder de la razón, ésta no tiene límites y puede alcanzar a todo lo real.
Ver “
filosofía moderna”.


3/09/2008

~~MATERIALISMO~~



MATERIALISMO

Para el materialismo no sólo lo real es material, sino que la causa de todas las cosas de la naturaleza y del "alma" humana se explican exclusivamente a partir de la materia y los movimiento de esa materia en el espacio.El término materialismo designa a toda aquella doctrina que trata de explicar el mundo y la totalidad de lo real fundamentándose en la idea de materia. El primero que utilizó este concepto por primera vez fue Robert Boyle, en un escrito de 1674 titulado "La superioridad y los fundamentos de la filosofía mecánica" y también fue mencionada por Leibniz, que la opuso al idealismo de Platón, para el cual la realidad que fundamenta y es origen causal de todo lo real es la Idea.El materialismo, sin embargo, no agrupa todas aquellas tesis que, como afirmó Wolff, admiten únicamente la existencia de los entes materiales o de los cuerpos. La insuficiencia de esta definición estriba en que debería llamarse materialistas también a aquellos que admiten la existencia de causas finales (Aristóteles, por ejemplo) o principios racionales de origen divino (los estoicos).Por lo tanto, para precisar aún más el término materialismo, y siguiendo la definición dada por Nicola Abbagnano en su Diccionario de filosofía, diremos que materialista es toda aquella doctrina que afirma que toda causalidad ha de ser remitida exclusivamente a un principio o entidad material, es decir, que la única causa de las cosas es la materia.No obstante, pueden diferenciarse distintos tipos de materialismo que agruparemos en las siguientes categorías: materialismo metafísico u atomismo filosófico; materialismo metodológico; materialismo práctico o ético y materialismo psicofísico. Además de esta diferenciación habrá que destacar dos tipos de materialismo muy relevantes por su gran influencia: el materialismo dialéctico y el materialismo histórico de Engels y Marx.Las cuatro formas elementales de materialismo El materialismo metafísicoEs aquella teoría que afirma que no existe más substancia que la materia. Sus primeros defensores fueron Demócrito y Leucipo, para los cuales el universo deriva causalmente y está compuesto de infinitos átomos regidos por leyes necesarias producto de los choques de esos átomos entre sí en el espacio vacío. Todos los seres de la naturaleza se explican por combinación de átomos y vacío y su heterogeneidad depende de la diversidad atómica en cuanto al número, la forma, la magnitud y la posición.Demócrito dotó a los átomos de un principio de automovilidad que los convertía en el origen de todas las cosas, excluyendo así toda causa que no fuera material (finalismo y teologismo), presupuesto que se ha mantenido en todas las formas posteriores de materialismo. Por ejemplo, el atomismo de Demócrito está presente en la filosofía de Epicuro y Lucrecio, así como en las teorías del sensismo o en las del biólogo alemán Ernst Haeckel, que dotó al átomo de un principio de autodesarrollo (vida).El materialismo metódicoHobbes utilizó el materialismo como método genético para explicar la realidad, es decir, para analizar cómo se genera algo a partir de sus componentes materiales (corpóreos). En su tratado De corpore, que era una parte de una trilogía filosófica, Hobbes afirma que el único objeto de conocimiento es lo corporal, pues sólo lo que actúa (movimiento) o sufre la acción de otro puede denominarse real. Ni siquiera el alma o el espíritu se sustrae a esta concepción materialista y mecanicista del universo: todo se reduce a cuerpos en movimiento y el conocimiento deriva de la sensación: encuentro de dos cuerpos (el percipiente y lo percibido) que se hallan en movimiento.El materialismo práctico o moralEs toda aquella doctrina según la cual los fines últimos a los que se dirige el hombre, aquello que le traerá la felicidad o el bienestar se basa u obtiene a través de bienes materiales (corpóreos). Así, pueden denominarse como tales las prácticas que tienen como guías de la conducta el placer, la salud e incluso la riqueza.El hedonismo ético de Epicuro se incluye dentro de esta corriente y se halla íntimamente unido a su teoría materialista del universo, aunque, por otra parte, proponía como compensación un sabio cálculo entre los placeres, así como un prudente autodominio como condición indispensable para alcanzar el goce, el placer.El utilitarismo moral de J. Bentham sigue los principios básicos de la búsqueda de placer, pero entendiendo éste como aquello que conduce a la felicidad al mayor número posible de personas dentro de una comunidad. Dentro de esta corriente encontramos también a J.S. Mill.El materialismo psicofísicoEs aquella doctrina que afirma que cualquier actividad espiritual humana depende de una causa material, que puede ser entendida en términos de actividad nerviosa o cerebral (fisiología).Desde la concepción del Hombre máquina de La Mettrie, hasta la obra de David Hartley, Joseph Priestley o Holbach, este tipo de materialismo hace derivar toda función humana de la actividad orgánica, eliminando, por lo tanto, cualquier tipo de dualismo que le otorgue al alma o al espíritu una existencia separada, real, e independiente del cuerpo. Con Huxley y Cllifford, la conciencia y sus estados se convierten en epifenómenos de los procesos orgánicos (nervisosos), que sin embargo, no pueden operar sobre aquello que los ha generado, de la misma manera que la sombre de un objeto nada puede sobre el objeto que la produce.El materialismo dialéctico y el materialismo históricoPor materialismo dialéctico (cuya abreviación es: Diamat) se entiende la concepción del mundo mantenida por Engels y seguida por numerosos filósofos comunistas, según la cual sólo existe una realidad material que posee un carácter dialéctico, esto es: la causa de sus cambios y movimientos tiene lugar por la lucha de contrarios inherente a la propia materia y su continua contradicción. Ahora bien, los cambios que se producen en ese universo material, del cual la conciencia es un epifenómeno, obedecen a tres leyes universales: 1) la ley de la unidad y lucha de contrarios, a partir de la cual se produce todo movimiento y cambio (evolución) en la naturaleza así como su diversificación en multiplicidad de seres; 2) la ley de transición de la cantidad y la calidad y viceversa y 3) la ley de la negación de la negación, que es una síntesis en la que se selecciona lo mejor y más útil a la par que se produce un desarrollo hacia una nueva manera de ser.El materialismo de Engels es una teoría evolucionista que, tomando elementos de la dialéctica hegeliana, deduce resultados orientados hacia lo mejor: un verdadero progreso, cuyo motor es la contradicción y cuyos cambios cuantitativos surgen de cambios cualitativos.El materialismo histórico, término elaborado por Engels para denominar el pensamiento de Karl Marx, es una ciencia social de carácter científico que afirma que la causa determinante de toda realidad histórica y social se fundamenta en su estructura económica. En palabras de Engels, Marx ha probado que " hasta el presente toda la historia ha sido la historia de la lucha de clases; que estas clases sociales en lucha las unas con las otras son siempre el producto de las relaciones de producción y de cambio, en una palabra, de las relaciones económicas de su época, y que así, en cada momento, la estructura económica de la sociedad constituye el fundamento real por el cual deben explicarse en última instancia toda la superestructura de las instituciones jurídicas y políticas, así como de las concepciones religiosas, filosóficas y de otra naturaleza de todo período histórico. Con ello el idealismo ha sido expulsado de su último refugio, la concepción de la historia, y se ha dado una concepción materialista de la historia"El materialismo dialéctico y el histórico de Marx y Engels fue desarrollado por Vladímir Ilich Lenin en su obra Materialismo y empiriocriticismo, en la que despliega una dura crítica a las filosofías idealistas de Mach, Avenarius, Pearson y otros.El materialismo se opone a la mayoría de los dogmas cristianos, así como a toda creencia religiosa o metafísica que afirme la existencia del alma y su inmortalidad, favoreciendo el progresivo proceso de secularización que se produjo en Europa a partir del Renacimiento. Como contrapartida, fue el punto de apoyo durante el siglo XIX y principios del XX, de una concepción exagerada y absolutamente optimista acerca de las posibilidades de la Ciencia, optimismo que ha ido adelgazándose en las últimas décadas debido a los nuevos descubrimientos y teorías: la relatividad, la física cuántica o la nueva matemática del caos, por ejemplo.

~~EMPIRISMO~~


Se conoce como empirismo la doctrina filosófica que se desarrolla en Inglaterra en parte del siglo XVII y el siglo XVIII, y que considera la experiencia como la única fuente válida de conocimiento, mientras que niega la posibilidad de ideas espontáneas o del pensamiento a priori.. Sólo el conocimiento sensible nos pone en contacto con la realidad. Teniendo en cuenta esta característica, los empiristas toman las ciencias naturales como el tipo ideal de ciencia, ya que se basa en hechos observables.
Para esta doctrina, el origen de nuestros conocimientos no está en la razón, sino en la experiencia, ya que todo el contenido del pensamiento ha tenido que pasar primero por los sentidos.
"Nuestra mente es un papel en blanco y sólo al contacto de los sentidos con las cosas empieza a grabar impresiones".
No es nada fácil distinguir el empirismo del escepticismo, ya que sus fronteras son comunes. El más exigente de los empiristas modernos, David Hume, se declara escéptico.
"Para el empirismo, la tesis del racionalismo, de que existen ideas innatas, es totalmente inexacta". Pues si fuera así no tendría ninguna razón de ser el aprendizaje, y todas las personas estaríamos de acuerdo en las mismas verdades.
El empirismo "simultáneamente intenta reducir la razón a la sensibilidad y demostrar que el conocimiento sensible es el único conocimiento válido."
Una de las actitudes que mantienen los empiristas, a pesar de sus diferencias en cada autor, es insistir en los hechos, en oposición a las utopías teóricas, así como a las fantasías y a las interpretaciones especulativas.
Por parte del empirismo, el progreso ha consistido en ampliar y profundizar su base hasta encontrar en algunas experiencias una forma de llegar a la metafísica. El extremo opuesto al empirismo es el racionalismo, que cifra todo conocimiento en el puro pensar.
Representantes:
Tomas Hobbes

Hobbes(ampliar imagen)
De origen inglés, nacido en 1588, hijo de un pastor rural. Estudia en Oxford y allí conoce la filosofía escolástica, que no logra interesarle. Su estadía en París, así como su contacto con varias personalidades filosóficas y científicas fueron decisivas para la formación de sus ideas filosóficas. Fue secretario de Bacon y testigo de la revolución y la restauración de su patria. Murió en 1679.
Sus obras las escribió en latín y en inglés. De manera especial: De corpore, De homine, De cive, y el Leviatán, su obra cumbre, en la cual sostiene en filosofía el materialismo y el empirismo, en moral el utilitarismo y el despotismo en la política.
Su pensamiento
Según Hobbes, hay dos clases de conocimiento: el conocimiento de hecho, que no es sino "sentidos y memoria" y el conocimiento de la consecuencia que va de una afirmación a otra que es propiamente ciencia.
El conocimiento para Hobbes "se funda en la experiencia, y su interés es la instrucción del hombre para la práctica." Su filosofía es empirista porque parte de los fenómenos tal y cual como son aprehendidos por los órganos de los sentidos.
"También en la antropología de Hobbes domina el materialismo. El hombre es cuerpo; entendimiento y razón no rebosan el sentido y, por tanto, entre hombre y animal sólo hay diferencia de grado." (Ver, en Biografías:
Hobbes, Tomas)
John Locke

Locke(ampliar imagen)
Filósofo inglés, nace cerca de Bristol en 1632 y muere en 1704. Estudió en Oxford filosofía, medicina y ciencias naturales. Conoció la filosofía de Descartes. Intervino en la política de su país.
Al contacto con la escolástica en Oxford, al igual que Hobbes, no demuestra ningún interés por ella.
Emigró durante el reinado de Jacobo I, y participó luego en la segunda revolución inglesa de 1688 [...] El empirismo encontró en él su expositor más hábil y afortunado, y por su conducto dominó en el pensamiento del siglo XVIII.
La obra más importante de Locke es "El ensayo sobre el entendimiento humano", publicada en 1690. Escribió también obras de política, "Tratado sobre el gobierno civil", "Cartas sobre la tolerancia", y algunos pensamientos sobre la educación.
Para Locke, el origen del conocimiento es la experiencia. Sobre ello, afirma: "Todo cuanto la mente percibe en sí misma o es objeto inmediato de percepción, de pensamiento o de entendimiento; a todo esto lo llamo idea." Para él, idea es todo aquello que "pienso y percibo" o lo que en nuestra época llamamos vivencia.
La percepción puede ser de dos clases: "Percepción externa mediante los sentidos o sensaciones, y percepción interna de estados síquicos o reflexión." Estas dos operan juntas.
También hay dos clases de ideas: simples y compuestas. Las simples llegan directas de un solo sentido o de varios al mismo tiempo, así como pueden llegar tanto de la sensación como de la reflexión, o juntas. Las ideas complejas son el resultado de la actividad de la mente. Las ideas simples dejan huella en la mente, es ésta la razón por la cual no pueden cambiarse. Las ideas complejas están fundadas en la memoria.
"El empirismo de Locke limita la posibilidad de conocer, especialmente en lo que se refiere a la metafísica. Con él empieza esta desconfianza en la facultad cognoscitiva, que culminará en el escepticismo de Hume y obligará a Kant a plantear de un modo central el problema de la validez y posibilidad de un conocimiento racional."
Algunos filósofos han dicho que existen ciertos conocimientos en forma innata; es decir, que están en nuestra mente y no son fruto de la experiencia. Pero, según Locke, esto es una gran falsedad porque todo conocimiento se adquiere a través del uso de las facultades naturales. (Ver, en Biografías:
Locke, John)
George Berkeley

Berkeley(ampliar imagen)
Nació en las cercanías de Kilkenny (Irlanda), en 1685. Cursó sus primeros estudios en su tierra natal, más tarde vino a América con el propósito de fundar un colegio misionero en las Islas Bermudas. Cuando regresó a Irlanda fue consagrado obispo anglicano de Cloyne en 1734; desempeñó su cargo hasta que renunció a él en 1752, retirándose a Oxford, donde murió al año siguiente. Fue enterrado en esta ciudad, en la Catedral de Christ Church.
Sus obras principales son: "Nuevos ensayos de una teoría de la visión", "Tres diálogos entre Hylas y Filonús", "Principios del conocimiento humano", "Siris".
Su pensamiento
Berkeley parte de la doctrina establecida por Locke. No cree en las ideas generales, tampoco existe para él la materia. Aduce que "todo el mundo material es sólo representación o percepción mía. Sólo existe el yo espiritual, del que tenemos una certeza intuitiva".
La filosofía de Berkeley es sorprendente en el sentido de que una formulación abreviada de la misma la hace aparecer tan alejada de la concepción del mundo del hombre corriente, que atrae inevitablemente la atención.
Los objetos, según Berkeley, del conocimiento humano son o ideas impresas realmente en los sentidos, o bien percibidas mediante atención a las pasiones y a la operaciones de la mente o, finalmente, ideas formadas con ayuda de la imaginación y de la memoria.
David Hume

Hume(ampliar imagen)
Nació en Edimburgo (Escocia) en 1711. Hijo de un terrateniente. En su juventud se dedicó al comercio, pero luego se dedica a las letras y a la filosofía. A los veintitrés años escribe su primer trabajo filosófico. Murió en 1776.
Sus obras más importante son: "Tratado de la naturaleza humana", "Investigación sobre el entendimiento humano", "Investigación sobre los principios de la moral".
Su pensamiento
El punto clave del pensamiento de Hume reside en su teoría de la asociación de las ideas.
Es Hume quien lleva a sus últimas consecuencias la dirección empirista iniciada con Bacon. Para él las ideas son copias borrosas y sin viveza de las impresiones directas.
Según Hume, tanto la percepción como la reflexión nos aportan una serie de elementos que atribuimos a la sustancia como soporte de ellos. Pero no limita su crítica a las sustancias materiales sino al propio yo.
Para Hume, el conocimiento no puede llegar a alcanzar una verdad metafísica. Tampoco acepta que existan ideas innatas, ya que todos los contenidos de la conciencia provienen de la experiencia. (Ver, además:
www.terra.es/personal/ofernandezg/hume.htm)
Discusiones sobre el empirismo
Sobre el argumento de Locke contra las ideas innatas, nos deberíamos preguntar, ¿qué valor tienen los argumentos de Berkeley? Es posible que éste no haya conseguido nunca formar una idea abstracta o que ni siquiera la hubiera conseguido, y que simplemente se haya quedado en el mero plano de la imaginación.
Hume tiene razón al sostener que el principio de causalidad no se puede reducir al principio de identidad.
Sin duda alguna, hay en el empirismo una verdad importante, que le brinda las fuerzas necesarias para poder resistir los ataques del racionalismo y es que afirma que el espíritu humano no tiene ideas innatas y que la experiencia es indispensable.
De otra parte, se considera que el defecto esencial del empirismo es el privar al hombre de inteligencia y de razón, limitando todo el conocimiento a los meros objetos concretos de la experiencia. "En esto es infiel a los datos más claros de la experiencia. Pues es un hecho que el hombre es capaz de pensar las esencias abstractas de lo sensible, de comprender que son cosas que ve."
El empirismo lo único que ve en el conocimiento es el papel del objeto, y se resiste a reconocer en el sujeto que es también esencial.
"Se ha indicado a veces que para los empiristas modernos, los empiristas ingleses, la mente es como una especie de receptáculo, en el cual imprimen sus huellas las impresiones procedentes del mundo externo."
Empirismo lógico
Se considera al empirismo lógico como la corriente más influyente, ya que es ésta la continuación del positivismo. El empirismo lógico está bastante influido por la tradición filosófica inglesa del nominalismo y del empirismo.
El empirismo lógico da un paso de mucha importancia, al reconocer juicios como 3+2= 5, que no se derivan de la experiencia. "Se llama empirismo lógico porque presta gran atención a la lógica y a la matemática".
Actualidad del pensamiento
La diferencia más relevante entre las grandes corrientes filosóficas y los métodos de conocimiento estriba en la importancia o no que le dan a lo físico, o en su contraposición, a lo racional.
El empirismo, o conocimiento como fruto de la experiencia, abre las posibilidades para que el hombre se convierta en autodidacto de su propia vida. El hombre que experimenta es un hombre que conoce, que despeja interrogantes, que descubre el mundo. Cifrar toda la existencia en las experiencia vividas lleva, en gran medida, a desconocer la historia y los planteamientos hechos hasta el momento, porque así se tengan por establecidas cosas que pudieron ser fruto de la experiencia, se puede concluir que lo vivieron otros hombres en otra época, en circunstancias distintas, y hoy se puede experimentar de manera diferente y llegar a otras conclusiones.
El empirismo derriba con facilidad conceptos, visiones doctrinales, religiosas y teóricas, reduciéndolas a nada, porque no son fruto de las sensaciones.
El hombre de hoy definitivamente es muy empirista, y esto lo ha llevado a sentirse protagonista de su propia historia, a descubrirse capaz, a valorarse y a creerse. El poder experimentar y descubrir el mundo a través de los sentidos es mucho más llamativo que hacerlo a través de lo que la tradición ha enseñado.
El empirismo acaba con las prohibiciones, los dogmas, los métodos científicos preestablecidos y se reafirma en la persona como sujeto capaz del conocimiento.
Esta corriente de pensamiento ha repercutido a nivel social de manera muy trascendente y sentida. De manera positiva ha valorado las culturas y las ha hecho capaces de la universalidad, ha dimensionado al hombre, no por parámetros intelectuales sino por criterios de observación y percepción. Recategoriza al hombre haciéndolo más estético, dinámico, inquieto, pero también puede hacerlo omnipotente, desconocedor de Dios, de lo espiritual y lo metafísico.
La ciencia misma, que sólo da como válido lo que es producto experimentado y comprobado, hace que lo que no corresponda a otros patrones, aunque también se sitúe en el campo científico, no sea tan valorado y tenido en cuenta. El empirismo ha sabido ganarse el espacio y cuenta con elementos muy convincentes para seguir siendo motivo válido de especulación y conocimiento.
Fuente Internet:
www.monografias.com/trabajos2/sintefilos/sintefilos.shtml
http://www.lafacu.com/apuntes/filosofia/empi_ingles/Empirismo.htm
Ver, también:
http://www.fortunecity.com/campus/lawns/380/teoriacon.htm
http://caminantes.metropoliglobal.com/web/filosofia/histfilo/histfilo5.htm
http://www.um.es/~eutsum/escuela/Apuntes_Informatica/Divulgacion/Filosofia/Filosofia02.html

3/03/2008

***GALILEO GALILEI***


Galileo Galilei
Me parece que aquellos que sólo se basan en argumentos de autoridad para mantener sus afirmaciones, sin buscar razones que las apoyen, actúan en forma absurda. Desearía poder cuestionar libremente y responder libremente sin adulaciones. Así se comporta aquel que persigue la verdad.GALILEO GALILEI

Fue un físico y astrónomo italiano que, junto con el astrónomo alemán Johannes Kepler, comenzó la revolución científica que culminó con la obra del físico inglés Isaac Newton. Su nombre completo era Galileo Galilei, y su principal contribución a la astronomía fue el uso del telescopio para la observación y descubrimiento de las manchas solares, valles y montañas lunares, los cuatro satélites mayores de Júpiter y las fases de Venus. En el campo de la física descubrió las leyes que rigen la caída de los cuerpos y el movimiento de los proyectiles. En la historia de la cultura, Galileo ha pasado a representar el símbolo de la lucha contra la autoridad y de la libertad en la investigación.
Nació cerca de Pisa el 15 de febrero de 1564. Su padre, Vincenzo Galilei, ocupó un lugar destacado en la revolución musical que supuso el paso de la polifonía medieval a la modulación armónica. Del mismo modo que Vincenzo consideraba que las teorías rígidas impedían la evolución hacia nuevas formas de música, su hijo mayor veía la teología física de Aristóteles como un freno a la investigación científica. Galileo estudió con los monjes en Vallombroso y en 1581 entró en la Universidad de Pisa para estudiar medicina. Al poco tiempo cambió sus estudios de medicina por la filosofía y las matemáticas, abandonando la universidad en 1585 sin haber llegado a obtener el título. Durante un tiempo dio clases particulares y escribió sobre el movimiento hidrostático y natural, pero no llegó a publicar nada. En 1589 trabajó como profesor de matemáticas en Pisa, donde se dice que demostró ante sus alumnos el error de Aristóteles, que afirmaba que la velocidad de caída de los cuerpos era proporcional a su peso, dejando caer desde la Torre inclinada de esta ciudad dos objetos de pesos diferentes. En 1592 no le renovaron su contrato, posiblemente por oponerse a la filosofía aristotélica. Ese mismo año fue admitido en la cátedra de matemáticas de la Universidad de Padua, donde permaneció hasta 1610. En Padua, Galileo inventó un 'compás' de cálculo que resolvía problemas prácticos de matemáticas. De la física especulativa pasó a dedicarse a las mediciones precisas, descubrió las leyes de la caída de los cuerpos y de la trayectoria parabólica de los proyectiles, estudió el movimiento del péndulo e investigó la mecánica y la resistencia de los materiales. Apenas mostraba interés por la astronomía, aunque a partir de 1595 se inclinó por la teoría de Copérnico que sostenía que la Tierra giraba alrededor del Sol desechando el modelo de Aristóteles y Tolomeo en el que los planetas giraban alrededor de una Tierra estacionaria. Solamente la concepción de Copérnico apoyaba la teoría de las mareas de Galileo, que se basaba en el movimiento de la Tierra. En 1609 oyó decir que en los Países Bajos habían inventado un telescopio. En agosto de ese año presentó al duque de Venecia un telescopio de una potencia similar a los modernos prismáticos binoculares. Su contribución en las operaciones navales y marítimas le supuso duplicar sus ingresos y la concesión del cargo vitalicio como profesor.
En diciembre de 1609 Galileo había construido un telescopio de veinte aumentos, con el que descubrió montañas y cráteres en la Luna. También observó que la Vía Láctea estaba compuesta por estrellas y descubrió los cuatro satélites mayores de Júpiter. En marzo de 1610 publicó estos descubrimientos en El mensajero de los astros. Su fama le llevó a servir como matemático en la corte de Florencia, donde quedó libre de sus responsabilidades académicas y pudo dedicarse a investigar y escribir. En diciembre de 1610 pudo observar las fases de Venus, que contradecían a la astronomía de Tolomeo y confirmaban su aceptación de las teorías de Copérnico. Los profesores de filosofía se burlaron de los descubrimientos de Galileo, dado que Aristóteles había afirmado que en el cielo sólo podía haber cuerpos perfectamente esféricos y que no era posible que apareciera nada nuevo. También discrepaba Galileo de los profesores de Florencia y Pisa sobre la hidrostática, y en 1612 publicó un libro sobre cuerpos en flotación. Como respuesta, inmediatamente aparecieron cuatro publicaciones que atacaban a Galileo y rechazaban su física. En 1613 escribió un tratado sobre las manchas solares y anticipó la supremacía de la teoría de Copérnico. En su ausencia, un profesor de Pisa les dijo a la familia de los Médicis (que gobernaban Florencia y mantenían a Galileo) que la creencia de que la Tierra se movía constituía una herejía. En 1614, un cura florentino denunció desde el púlpito a Galileo y a sus seguidores. Éste escribió entonces una extensa carta abierta sobre la irrelevancia de los pasajes bíblicos en los razonamientos científicos, sosteniendo que la interpretación de la Biblia debería ir adaptándose a los nuevos conocimientos y que ninguna posición científica debería convertirse en artículo de fe de la Iglesia católica.
A principios de 1616, los libros de Copérnico fueron censurados por un edicto, y el cardenal jesuita Roberto Belarmino dio instrucciones a Galileo para que no defendiera el concepto de que la Tierra se movía. El cardenal Belarmino le había avisado previamente de que sólo tuviera en cuenta sus ideas como hipótesis de trabajo e investigación, sin tomar literalmente los conceptos de Copérnico como verdades y sin tratar de aproximarlos a lo escrito en la Biblia. Galileo guardó silencio sobre el tema durante algunos años y se dedicó a investigar un método para determinar la latitud y longitud en el mar basándose en sus predicciones sobre las posiciones de los satélites de Júpiter, así como a resumir sus primeros trabajos sobre la caída de los cuerpos y a exponer sus puntos de vista sobre el razonamiento científico en una obra sobre los cometas, El ensayador (1623).
En 1624 Galileo empezó a escribir un libro que quiso titular Diálogo sobre las mareas, en el que abordaba las hipótesis de Tolomeo y Copérnico respecto a este fenómeno. En 1630 el libro obtuvo la licencia de los censores de la Iglesia católica de Roma, pero le cambiaron el título por Diálogo sobre los sistemas máximos, publicado en Florencia en 1632. A pesar de haber obtenido dos licencias oficiales, Galileo fue llamado a Roma por la Inquisición a fin de procesarle bajo la acusación de "sospecha grave de herejía". Este cargo se basaba en un informe según el cual se le había prohibido en 1616 hablar o escribir sobre el sistema de Copérnico. El cardenal Belarmino había muerto, pero Galileo facilitó un certificado con la firma del cardenal, según el cual no sufriría en el futuro ninguna otra restricción que no fueran las que para todo católico romano contenía un edicto de 1616. Este escrito no pudo ser rebatido por ningún documento, pero Galileo fue obligado a abjurar en 1633 y se le condenó a prisión perpetua (condena que le fue conmutada por arresto domiciliario). Los ejemplares del Diálogo fueron quemados y la sentencia fue leída públicamente en todas las universidades.
La última obra de Galileo, Consideraciones y demostraciones matemáticas sobre dos ciencias nuevas, publicada en Leiden en 1638, revisa y afina sus primeros estudios sobre el movimiento y los principios de la mecánica en general. Este libro abrió el camino que llevó a Newton a formular la ley de la gravitación universal, que armonizó las leyes de Kepler sobre los planetas con las matemáticas y la física de Galileo. Antes de la publicación de esta obra, Galileo se quedó ciego y murió el 8 de enero de 1642 en Arcetri, cerca de Florencia.
La contribución más famosa de Galileo a la ciencia fueron sus descubrimientos de la física de las mediciones precisas, más que los principios metafísicos y la lógica formal. Sin embargo tuvieron más influencia sus libros El mensajero de los astros y el Diálogo, que abrieron nuevos campos en la astronomía. Más allá de la ciencia, ha quedado el papel de Galileo como defensor de la investigación científica sin interferencias filosóficas y teológicas. Desde la publicación de la documentación completa del juicio contra Galileo en 1870, toda la responsabilidad de la condena a Galileo ha recaído tradicionalmente sobre la Iglesia católica de Roma, encubriendo la responsabilidad de los profesores de filosofía que persuadieron a los teólogos de que los descubrimientos de Galileo eran heréticos. Juan Pablo II abrió en 1979 una investigación sobre la condena eclesiástica del astrónomo para su posible revisión. En octubre de 1992, una comisión papal reconoció el error del Vaticano.

3/01/2008

~~LA EPISTEMOLOGIA DENTRO DE LA FILOSOFIA~~

ALUMNOS, POR FAVOR COPIAR LOS TEXTOS QUE VIENEN EN EL MENU DE LA DERECHA Y LLEVARLOS EL PROXIMO SABADO.
IMPRIMIR ESTE TEXTO Y HACER SU RESUMEN Y REFLEXION EN SU CUADERNO. GRACIAS

www.monografias.com

La epistemología dentro de la filosofía

La epistemología, teoría del conocimiento
2.
Otros esquemas

“Lo espantoso de morir es desaparecer sin haber comprendido”
Jean Rostand

La palabra filosofía se estructura con dos voces griegas: philós (amor) y sophía (sabiduría), por lo que, etimológicamente, la filosofía es el amor a la sabiduría.
En la antigüedad, cuando aún las ciencias no estaban integradas de manera independiente, tal como las conocemos hoy, la filosofía comprendía todos los saberes existentes.
Conforme los diferentes campos del saber crecieron, se fueron constituyendo en disciplinas con objetos de estudio propios, principios propios, métodos propios, etc., hasta definirse como actualmente se nos presentan.
La filosofía, por su parte, no fue ya más el concentrado general del saber existente y cedió el tratamiento de realidades particulares a cada ciencia, dejando para sí el estudio de la totalidad de los seres, en cuanto que se ocupa de estudiar los principios del ser.
De la filosofía existen diversas definiciones:
• Ciencia de los principios (Husserl).
• Ciencia de todas las cosas por sus causas últimas (Ortega y Gasset).
• Conjunto científico de las cosas, por las causas primeras, en cuanto se refieren al orden natural (Jacques Maritain).
• Investigación de las relaciones objetivas entre lo contingente y lo absoluto (Cuesta).
• O bien, una definición que aparece en los diccionarios: Conjunto integrado de consideraciones y reflexiones generales sobre los principios fundamentales del conocimiento, pensamiento y acción humanos.
Al margen de una definición a nuestro gusto, la filosofía constituye una tendencia hacia la concepción unificada de los diversos aspectos del mundo y de la vida, a una síntesis de la explicación racional del universo.
Los problemas derivados de esa pretensión se concentran en tres categorías:
§ El ser, de cuyo estudio se ocupa la ontología.
§ El valor, del cual se encarga la axiología.
§ El conocer, categoría que constituye el objeto de estudio de la gnoseología o de la epistemología.
Hay quienes consideran que los términos epistemología y gnoseología son sinónimos, aunque existe una mayoría de autores que reserva el uso del segundo para designar a la teoría general del conocimiento, mientras que el de epistemología lo emplean para referirse a la teoría del conocimiento científico o también teoría de las ciencias.
Puntualizaré aún más: los términos “epistemología” y “teoría del conocimiento”, son más empleados por autores alemanes e italianos mientras que el término “gnoseología” lo utilizan con mayor frecuencia autores franceses. Durante los años más recientes, la epistemología es conocida también como “filosofía de la ciencia”.
Tal es la ubicación de la teoría del conocimiento dentro de ese gran contexto que es la filosofía.

LA EPISTEMOLOGÍA, TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
La palabra epistemología se estructura con dos voces griegas: episteme, “conocimiento” y logos, “teoría”. Se encarga del problema correspondiente a la relación sujeto-objeto. Entendiendo que el sujeto es el ser cognoscente y el objeto todo aquello sobre lo que el sujeto realiza su actividad cognitiva.
El problema del conocer ha sido abordado desde hace ya varios siglos, aunque es a partir del siglo XIX en el que se advierte un mayor interés en el desarrollo de la epistemología.
Como consecuencia de que este interés ha alcanzado proporciones mayúsculas en los últimos años, ha aparecido una gran cantidad de discursos científicos en torno las posiciones epistemológicas. De tal manera que intentar una clasificación de las mismas con un criterio incluyente es una tarea sumamente ardua. Por tal motivo, únicamente intentaré esbozar un pequeño resumen en torno a la cuestión que nos ocupa.
1. El dato más remoto corresponde al sofista Georgias quien cuestionó la posibilidad del conocimiento objetivo. Fue contemporáneo de Protágoras, con quien compartió el presupuesto fundamental del relativismo: vivimos en un mundo de opiniones, siendo la verdad para cada uno de nosotros aquello que nos persuade como tal.
Las tres tesis de Georgias son las siguientes:
a) Nada existe.
b) Si algo existiera, sería incognoscible.
c) Si fuera conocible, sería incomunicable.
2. Platón y Aristóteles, en oposición a los sofistas, sostuvieron que existía un mundo de formas naturales y eternas, las ideas, sobre las que es absolutamente posible tener conocimiento exacto y cierto. Todo conocimiento se deriva de la experiencia. "El conocimiento real es idéntico a su objeto".
3. Tratando de conciliar métodos racionales con la fe, Tomás de Aquino, entre otros ayudó a restablecer la confianza en la razón y la experiencia, pues con el paso del tiempo había decaído el interés por el conocimiento racional.
4. Para los racionalistas Descartes, Spinoza y Leibniz, es el razonamiento deductivo la fuente y prueba del conocimiento.
5. En cambio, para Francis Bacon y John Locke, ambos empiristas, es la percepción de los sentidos tal fuente y prueba.
Se ha intentado clasificar al conocimiento a partir de, por lo menos, tres posiciones:
a) Por su posibilidad.
b) Por su origen y
c) Por su esencia.
En un cuadro que he elaborado y que presento a continuación se expone tal criterio.

POR LA POSIBILIDAD DEL CONOCIMIENTO
BREVE DESCRIPCIÓN

DOGMATISMO
Parte de la certeza absoluta de la realidad relacional sujeto-objeto, por lo que para el dogmatismo el problema (como tal) del conocimiento es inexistente, ya que éste es una realidad.


ESCEPTICISMO
Opuesto al dogmatismo, niega la posibilidad de un contacto entre el sujeto y el objeto, debido a que todo conocimiento está determinado por aspectos exteriores al sujeto y por los órganos de conocimiento del propio sujeto. Por ello, no es posible la existencia de verdad alguna.

SUBJETIVISMO
Tampoco acepta la existencia de ninguna verdad universal, pero en cambio si acepta la existencia de una verdad individual, dependiente de factores internos del sujeto que conoce y juzga.

RELATIVISMO
Coincidente con el subjetivismo, afirma que no existe ninguna verdad absoluta, pues toda verdad es relativa y dependiente de factores externos.

PRAGMATISMO
También niega la posibilidad del conocimiento, pero recuperando el concepto de verdad, que hace a un lado el escepticismo. Lo verdadero, para el pragmatismo, es lo útil.




CRITICISMO
Como puede verse, tanto el subjetivismo, como el relativismo y el pragmatismo constituyen derivaciones o modalidades del escepticismo, cuya antítesis es el ya mencionado dogmatismo. El criticismo es una tercera posición que, como el dogmatismo, acepta la posibilidad del conocimiento, pero examinando cuidadosamente todas las implicaciones del mismo. No acepta nada que no pase por la reflexión y la crítica. Por eso, se le ha definido como el justo medio entre el dogmatismo y el escepticismo.
POR EL ORIGEN DEL CONOCIMIENTO
BREVE DESCRIPCIÓN
RACIONALISMO
Establece que la razón es la fuente principal del conocimiento, y éste sólo es válido cuando es necesario y universal.







EMPIRISMO

Desarrollado en Inglaterra, niega la existencia de fundamentos científicos independientes de la experiencia como principio del conocimiento. Por ello, establece que la experiencia sensible es el origen único del conocimiento humano científicamente válido. Esta afirmación se deriva de una concepción básica del empirismo y que es la existencia de dos fuentes de ideas: la sensación y la reflexión. La sensación proviene directamente del objeto que se conoce y cuyo impacto se manifiesta en los cambios del sujeto. La reflexión consiste en tener conciencia de que algo nos ocurre internamente. De tal manera que lo objetivo radica en las sensaciones y la reflexión debe considerarse como auténticamente subjetiva. Apreciado así el asunto, las ideas derivan de las sensaciones primarias, y a la conocida afirmación cartesiana pienso, luego existo, se le opone otra: soy capaz de pensar porque existo. El empirismo presupone una ruptura entre el sujeto y el objeto, y algunos de sus principios más conocidos son estos:
· Principio de generalización: En circunstancias y condiciones similares, la relación observada entre determinados factores, es extensiva a otros factores del mismo tipo.
· Principio de simplificación mecánica: Todo objeto complejo es susceptible de ser conocido a partir de cada una de sus partes.
· Principio de realidad: Todos los hechos quedan fuera e independientes de la conciencia
· Principio de posibilidad: Todos los fenómenos reales poseen la condición de suceder o ser pensados.
·Principio de causalidad: Todo efecto procede de una causa.



INTELECTUALISMO

De manera análoga al criticismo, pretende mediar entre las posiciones antagónicas del racionalismo y del empirismo. El intelectualismo considera que tanto el pensamiento como la experiencia, contribuyen decisivamente en la producción del conocimiento.


APRIORISMO

Es otro intento por mediar los criterios racionalistas y empiristas, sólo que el apriorismo concibe la existencia de elementos a priori, que no dependen de la experiencia. Estos elementos no son contenidos, como los considera el racionalismo, sino formas del conocimiento. Afirma que los factores a priori son como recipientes vacíos que son llenados con contenidos concretos, por medio de la experiencia.
POR LA ESENCIA DEL CONOCIMIENTO
BREVE DESCRIPCIÓN

OBJETIVISMO
Afirma que en la relación del par sujeto-objeto, el primero es determinado por el segundo. Por lo tanto, al tomar y reproducir las propiedades del objeto, el sujeto es regido por su complemento, el objeto.



SUBJETIVISMO
Su idea central es la de que el sujeto determina al objeto a través de su conciencia, dependiendo del propio sujeto la verdad del conocimiento.
Una posición dialéctica, en cambio, implica la necesaria aceptación de la existencia de una relación entre el sujeto y el objeto. Pero resulta fundamental hacer hincapié en la diferencia entre el elemental interaccionismo simbólico y la dialéctica. Para el primero, sólo es relevante lo vivido, mientras que para la dialéctica resulta importante el hecho concreto, pero sin soslayar el papel creador del sujeto, procurando que estos dos elementos interactúen permanentemente. Para la dialéctica, los problemas del mundo tienen su base en la contradicción, de ahí que el análisis comparativo de categorías opuestas sea la técnica fundamental de la dialéctica.



REALISMO
Para el existen cosas reales que no dependen de la conciencia. Es decir, las cosas son tal y como las percibimos, y sus características existen como cualidades objetivas, al margen de nuestra conciencia. Por lo anterior, esta doctrina afirma que el ser existe de manera independiente en relación al espíritu que lo percibe. Así, de manera externa a la mente, existe una realidad, debiéndose buscar a la verdad en la relación entendimiento (aquello que hace posible el conocimiento) y cosa (objeto del conocimiento). Tiene una gran semejanza con el empirismo, pues su principio fundamental consiste en que sólo es posible conocer los hechos de la realidad, partiendo de la intuición sensible del objeto y del contacto directo con la naturaleza.


IDEALISMO
Opuesto al realismo, niega la existencia de cosas reales independientes de la conciencia del sujeto. Afirma que todos los seres que no sean sujetos de experiencia, necesariamente son objetos ideales en el sentido de que su existencia se remite a ser percibidos. Esta corriente de pensamiento se apoya en la formula de Berkeley que establece que «ser = ser percibido». En conclusión, puede decirse que el idealismo reduce la realidad al ser y el ser al pensamiento.

FENOMENALISMO
Sus seguidores lo consideran como el punto intermedio entre el realismo y el idealismo, supone que no conocemos las cosas como son en realidad, sino como nos parece que son. No niega la existencia de cosas reales, pero sí la posibilidad de saber qué son esas cosas. Podemos aspirar únicamente a saber que las cosas son, pero no lo que son.
Cuestiones también de especial atención para los estudiosos de este campo son: el problema de las especies del conocimiento, que ha originado el estudio de la razón y de la intuición y el problema del criterio de la verdad, cuya preocupación central es la certeza de verdad o falsedad de los juicios.

Otros esquemas
1. El materialismo y la dialéctica.
Acerca del materialismo existe la idea generalizada de que se trata de una doctrina reciente, acaso porque se le asocia directamente con la imagen de Carlos Marx. En realidad, la primera doctrina materialista en la historia es el atomismo griego. Éste, concebido por Demócrito, considera que el universo es una combinación de átomos de diferentes formas, indivisibles, y de cuya asociación puramente mecánica y fortuita surge la naturaleza material.
Conviene dejar establecido que, en sentido estricto, es René Descartes quien realizó una valiosa actividad de reordenación conceptual que le dio dimensión al materialismo genuinamente moderno.
Descartes parte de la “duda metódica” en su búsqueda de una estructura de pensamiento cuyas bases no descansen en supuestos indemostrados. En ese afán por descubrir la verdad, de todo debe dudar, excepto de su propia duda, de su pensamiento: si estoy pensando, infiero que existo (“Pienso, luego existo”).
Admite un dualismo de realidades: una realidad es material, corpórea (“res extensa”) y la otra es espiritual, pensante o racional (“res cogitans”), es decir, dos realidades absolutamente diferentes. De tal manera que serán materialistas todas las tendencias que se apoyen en la primera realidad, y espiritualistas las que se basen en la segunda de la dicotomía.
Durante el siglo XVIII se fortalece una posición mecanicista del materialismo, sobre todo con las figuras de Holbach y de La Mattrie, para quienes el alma, el espíritu y la mente únicamente son funciones corporales y todo proceso tiene su explicación por su causalidad y no por su finalidad.
En franca oposición a esta apreciación mecanicista, el siglo XIX ve nacer una nueva y doble orientación del materialismo, basada ésta en el pensamiento de Carlos Marx y que cobran forma en el materialismo dialéctico y el materialismo histórico.
El materialismo establece que el conocimiento corresponde a un ser de naturaleza material y que es, además, exterior e independiente de la conciencia. Manifiesta, así, una clara identificación con el realismo epistemológico cuando afirma que todo enunciado de conocimiento siempre tiene su referente en ser o cuerpo material.
Por otra parte, aunque al término dialéctica le han asignado diversos significados a lo largo de la historia, la contradicción es el sentido más subrayado en todas sus concepciones, asumiendo que la definición de algo implica necesariamente la definición de lo contrario: bueno-malo, día-noche, etc.
Es Hegel quien logra hacer coincidir lógica y ontológicamente a los binomios realidad-razón y sujeto-objeto. Para él, la realidad es una oposición de contrarios, producto de una razón. La contradicción es el motor del devenir de la razón o la idea, y siempre que algo deviene, lo hace en otro distinto de lo que es esencialmente en sí, objeto, constituyendo un puente para ese en sí, sea también un para sí, sujeto. El objeto es construido por el sujeto cuando éste lo conoce. “El objeto sólo existe en tanto que pensado distinto de mí.”
La dialéctica establece que existe una sucesión inalterable en el continuo fluir de contradicciones y aunque a Hegel comúnmente se le atribuyen los tres momentos clásicos de la dialéctica, tesis-antítesis-síntesis, fue Fichte quien utilizó originalmente esas expresiones.


Marx, por su parte, estructuró una dialéctica invirtiendo la concepción hegeliana, es decir, no en torno a la idea, sino a la materia, recalcando que el objetivo central de la dialéctica no es únicamente teorizar acerca de la realidad, sino transformarla revolucionariamente.
La dialéctica se sustenta básicamente en las leyes que Engels estableció en su materialismo dialéctico. Con este término, utilizado inicialmente por el ruso Georgi Plejanov, se conoce a una doctrina del conocimiento concebida con el propósito de negar y superar la correspondiente al materialismo mecanicista. Para ello, el materialismo dialéctico establece, fundamentalmente, que la materia se desarrolla, pues, dialécticamente, ya que considera a los fenómenos naturales como procesos.
Estos procesos se sujetan a tres principios básicos:
1. Ley del paso de la cantidad a la cualidad, según la cual en la naturaleza operan cambios, pero de manera global. En otras palabras: a una sucesión de modificaciones cuantitativas en la naturaleza, siguen naturales mutaciones cualitativas. Aquí se advierte la diferencia esencial entre el pensamiento de Engels y el de Hegel, pues para éste “los cambios son manifestaciones del espíritu”, mientras que para el primero “los cambios son manifestaciones de la materia”. Tal es, en concreto, la inversión de los conceptos del idealismo hegeliano en relación al materialismo dialéctico.
Engels afirma que el movimiento es la forma de la existencia de la materia, y no duda en agregar que el pensamiento y la conciencia son producto del cerebro. Categórico, concluye en que el hombre es un mero producto de la naturaleza.
He citado en líneas anteriores a Engels sin desconocer, en modo alguno, las aportaciones de Marx. Lo que sucede es que fue precisamente Engels quien realizó el primer desarrollo teórico del materialismo dialéctico.
2. Ley de la interpenetración de los contrarios u opuestos. Engels opina que todo está lleno de contradicciones y consecuencias de carácter objetivo. Es decir, contradicciones y consecuencias que no dependen del sujeto, porque se dan fuera de él. Existe, así, una constante dinamicidad en la naturaleza debido a esa continua lucha entre los opuestos, produciéndose, a partir de esa dinamicidad, cambios que se traducen en evolución, misma que impacta tanto a lo social, como a lo natural.
3. Ley de la negación de la negación. Por medio de una serie de negaciones, dentro del dinamismo de las contradicciones, se propician nuevas integraciones de los fenómenos. Esto nos recuerda la conocida sucesión de los momentos de la dialéctica hegeliana:
En relación a esta última ley, existe una fuerte discusión acerca de su inaplicabilidad a las mismas tres leyes del materialismo dialéctico. Es decir que todo está sujeto al proceso dialéctico, excepto los propios principios de la dialéctica. Y es que, de aceptarse esta conclusión, tendría que aceptarse también que la base de los principios de la dialéctica se sustenta en una especie de dogma.

2. La epistemología genética
James Mark Baldwin (1861-1934), en la primera década del siglo XX, al elaborar la primera epistemología genética, analizó como modos genéticos del desarrollo mental a la memoria, la sensibilidad, la imaginación, el simbolismo, el lenguaje, la comprensión, el razonamiento, el juicio, etc.
Sin embargo, el concepto de epistemología genética se asocia casi automáticamente con el nombre de Jean Piaget (1896-1980), debido a los grandes avances que esta teoría ha tenido a partir de sus ideas. Piaget la define como “el estudio del conocimiento como una construcción continua analizando su evolución desde los niveles más elementales hasta los estadios superiores, llegando finalmente al conocimiento científico”.
Piaget enfatiza su interés en el estudio de los mecanismos de la inteligencia, de la percepción, etc., como recurso para su explicación causal.
Al igual que Baldwin, Piaget concibe la existencia de varios estadios del desarrollo cognoscitivo, con características específicas que obedecen a una serie de mecanismos de adaptación, mismos que, por medio de la actividad, permiten alcanzar nuevos equilibrios, explicándose así dicho desarrollo.
En contraposición a los empiristas e innatistas, afirma que el conocimiento, en sus orígenes no proviene de los objetos ni del sujeto en sí, sino de interacciones entre ambos y establece que ningún organismo es capaz de ofrecer una respuesta a un estímulo, si no posee un grado de sensibilidad específico para responder. Este grado de sensibilidad se construye por medio del aprendizaje y Piaget lo denomina nivel de competencia.
Aspectos muy importantes que aborda esta teoría son, entre otros:
§ La estructuración del conocimiento.
§ La coherencia interna del conocimiento.
§ La búsqueda de una validación genérica del conocimiento.
§ Las condiciones de generación del conocimiento.
Piaget identifica tres elementos en el acto de conocer: el sujeto, el objeto y la estructura. Establece que progreso de los conocimientos no se debe ni a factores hereditarios, ni al acopio de experiencias empíricas, sino a partir de un conflicto que surge entre la imagen del objeto y el objeto mismo. Ante el desajuste producido por el conflicto, el sujeto buscará lo que Piaget llama equilibración, resultado de una autorregulación.
Sin embargo, no se trata de equiparar al equilibrio con una balanza estática, inmóvil, sino entenderlo como actividad que realiza el sujeto para compensar las perturbaciones que recibe del exterior. Existen tres formas de alcanzar el equilibrio:
1. Por un proceso de reacomodación entre los elementos de la estructura.
2. Por integración de nuevos subconjuntos sucesivos.
3. Por reestructuraciones interna y transformación radical, un verdadero paso cualitativo.
El sujeto y el objeto constituyen una unidad indisoluble de naturaleza dialéctica, que al interactuar, dan origen a hechos.
Piaget concibe a la estructura cognitiva como una internalización de acciones y operaciones realizadas por el sujeto al interrelacionarse con el medio.
Consideró también, de manera primaria, la importancia de explicar cómo un sujeto pasa de un conocimiento simple a uno más complejo.
En este aspecto, vale la pena citar que Brodzinsky y Siegel, entre otros autores, aún considerando que la propuesta de Piaget constituye hoy por hoy la alternativa más completa para explicar el desarrollo cognitivo, estiman que no se trata específicamente de una teoría del desarrollo cognitivo, sino más bien de una teoría del desarrollo psicológico.
Tal afirmación ha propiciado que los críticos de Piaget propongan algunos enfoques distintos, entre los cuales puede citarse aquel en el que centralmente se considera la manera diferente como cada sujeto aborda la realidad que lo circunda. Esta nueva modalidad psicológica es conocida como teoría de los estilos cognitivos, totalmente relacionada con las diferencias individuales.
Algunas cuestiones de oposición permanente hacia la epistemología genética son las siguientes:
§ La afirmación en el sentido de que el desarrollo madurativo finaliza a la edad de 15 años, y a partir de esa edad, solo podrán adquirirse conocimientos desde un punto de vista cuantitativo, pero nunca cualitativo.
§ La escasa importancia que esta teoría concede al factor socio-cultural, elemento que, en sus últimas obras, el propio Piaget reconoce no haber considerado suficientemente.
Sin embargo, y al margen de cualquier crítica, la obra de Piaget no únicamente es trascendente, sino además muy voluminosa, ya que incursionó en diversas áreas del saber humano: psicología, epistemología, sociología, lógica, filosofía, educación, etc., y aunque él mismo nunca se consideró pedagogo, es indudable el gran valor y la influencia de su pensamiento en la fundamentación del ejercicio educativo en nuestros días.
Finalmente, no son pocos los que consideran que todos los problemas epistemológicos podrían formularse de modo que obtuviéramos respuestas precisas por medio de trabajo experimental, gracias al andamiaje investigativo proporcionado por la epistemología genética, teoría que, aseguran, intenta dar una explicación del desarrollo del conocimiento científico en general.
En todo caso, me parece que vale considerar que la epistemología genética no es, en modo alguno, la cosmovisión de un sujeto. Porque una cosmovisión no constituye un conocimiento científico. Acaso sí, un conjunto de principios que determinan su conducta.
Tal vez, el desarrollo de la ciencia, más tarde o más temprano, puede propiciar la convergencia de diversas cosmovisiones, lo que se traduciría en una realidad más integrada. La ciencia cumpliría, así, una función colateral a la que le es propia.


Pablo Rico Gallegos,
en “Elementos teóricos y metodológicos para la investigación educativa”, Unidad 164 de la Universidad Pedagógica Nacional, Zitácuaro, Michoacán, México, 2005, pp. 41-50

pabloricog@hotmail.com